martes, 2 de junio de 2015

La sonrisa del delfín

“Nadie puede silbar solo una sinfonía. Es necesaria una orquesta”
HALFORD LUCCOCK, 365 ventanas, 1943
Sonreía Mas el otro día en la final de la Copa del Rey mientras los aficionados del Barcelona y del Bilbao pitaban al himno nacional. Una sonrisa apenas disimulada, evidente, chulesca y cobarde por el contexto: al lado del rey de España y en un ambiente hostil para la Corona y cualquier símbolo nacional. Los nacionalistas catalanes jugaban en casa y además, arropados por sus colegas vascos.
La actitud del capo de CIU alimenta en los ciudadanos españoles el deseo, cada vez más legítimo, de cobrarle las ofensas nacionalistas a todo el pueblo de Cataluña. Sé que no es políticamente correcto lo que escribo, pero es sincero. Enfrente, para nuestra desgracia, el nacionalista tiene a un gobierno que se rompía la camiseta cuando estaba en la oposición (2009) y los silbidos al himno los escuchaba Zapatero. A esos mismos que entonces prometían hierro para las ofensas cuando el PP llegara al poder, una vez en el gobierno, les organizaron una consulta secesionista sin que a Rajoy se le moviera un pelo de la barba.
Así que frente a la bravuconería cobarde del PP y a la elusión del problema nacionalista por parte de la izquierda (“no me gusta pero… ¡libertad de expresión!”), no tenemos actores principales con respuestas inteligentes y valientes contra las malas formas del nacionalismo catalán. Si acaso solo queda que  Ciudadanos se aproveche de ese vació intelectual y sentimental: le vendría bien para ganar votos a la vez que le prestarían un magnífico servicio al país.
Claro que ni siquiera Ciudadanos se atrevería a defender la opción más audaz e inteligente, aquella que ya se ha probado en otros países admirados pero nunca copiados: el referéndum. Uno de verdad, organizado por el gobierno, con una sola pregunta clara  y directa… y solo en Cataluña. Así comprobaríamos  cuántos valientes elegirían un estado independiente fuera de la Unión Europea, y de paso, obligaría a muchos catalanes nacionalistas a votar en masa para permanecer en este país que tanto parecen odiar.

Ahí, ahí es cuando se le secaría la sonrisa en la cara al chiquilicuatre de Mas, al antiguo delfín del Molt Honorable Ladrón. 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy sonriendo cuando leo tu escrito, y sobre todo cuando leo lo de Capo, si por cobarde mas bien le llamaría capó que en su lengua quiere decir capado, osease que le han han cortado los huevos al igual que a ese que decía en la oposición que hay que darle caña a los que pitan al himno, jeje y ahora se lo pitan a él y además fíjate la que le han organizado con el tema de la consulta secesionista.
Es cierto que si el Sr. Rivera es capaz de captar mas votos y de convocar un referéndum lo veremos de presidente del Gobierno de España.

Anónimo dijo...

A los "gestores" mediocres cuando se les empieza a desmoronar su tinglado, suelen atacar a quienes ellos consideran culpables de su falta de intelecto, utilizando una verborrea y un lenguaje corporal a destiempo, que lo que hace es confirmar, mas bien diría certificar, sus carencias de todo tipo, de ahí esa media sonrisa y esa postura ridícula de no saber dónde poner las manos.
Por sus obras los conoceréis porque, tanto pedir que los escuchen y son los primeros que ni escuchan ni dejan escuchar. A esto se llama no saber estar, porque en su casa ni papá ni mamá le dijeron nunca aquello de " niño, la educación y los buenos modales abren las puerta principales".