domingo, 17 de julio de 2011

99. Terrorismo financiero

Muy pocos intelectuales en la década de los 90 pronosticaron el peligro del terrorismo yihadista. Aunque los guionistas de Holywood ya avisaron de lo que podía hacer un loco a los mandos de un avión, la “gente seria” desconfió de aquellos tipos raros que vivían de entretener al público. Y si la gente seria y los Mr Importantes de turno recelaron o se lo tomaron como mero divertimento, el gran público no se paró a pesar siquiera en que alguien podía matar de la manera en que luego lo harían. No era un problema del que preocuparse. Pero llegó el 11 de septiembre de 2001 y nos llamaron por teléfono para decirnos aquello de: “Enciende la tele”. Nadie especificó el canal, daba igual, lo echaban en todos.
Sobre el terrorismo financiero tampoco escuchamos o leímos mejores advertencias. Claro que siempre hubo algún “peligroso izquierdista” que desde las páginas del Le Monde diplomatique escribía sobre las crecientes brechas entre ricos y pobres. Pero quienes las leímos nos consideramos a salvo porque teníamos la armadura de la clase media y todo el mundo sabe que la clase media debe existir en una sociedad occidental, civilizada y desarrollada, y que uno siempre aspira a evolucionar y a convertirse en clase media guion alta. Hasta que llegaron los años del spanish splendor y aquí pareció ganar dinero todo el mundo menos la peña formada y joven, que vimos cómo los años invertidos en estudios y esfuerzos se traducían, como mucho, en un sueldo mileurista (quién lo hubiera pillado, yo no, desde luego) y en un trato vejatorio. Y después llegó 2008, amaneció y nos quedamos sin fiesta, y nos hicieron recoger las basuras que tiraron otros, y los sueldos bajaron, las horas de curro subieron y nuestros derechos laborales se fueron a la mierda, pero sólo para los afortunados, porque a muchos los echaron a la puta calle, más puta que nunca.
Ahora, en esta crisis interminable y de tantas fases en las que cada una de ellas ha perjudicado más al ciudadano, la otrora clase media se ha transformado en masas empobrecidas. Por su parte, la gente decente y pudiente (la hay, aunque escasee) ya empieza a darse cuenta de que los próximos de la lista son ellos, y claro, aquí ya han empezado a hablar:
-Oiga, policía, que hay un mercado suelto por la calle que amenaza con dejarme sin casa y con hipoteca, sin curro y con deudas.
Pero el tema ya no es de clase, de sector o regional, el peligro ya se ha globalizado, y por culpa de los terroristas financieros que trabajan para las tres empresas de calificación estadounidenses (Fitch, Moody's, Standard & Poor's un país entero se empobrece cada día que pasa (Grecia), y otro más (Irlanda), y otro (Portugal) y los que siguen (España e Italia… ¿Estados Unidos también? Mientras siga Obama desde luego: los terroristas financieros no quieren nada que huela a izquierdista o keynesiano ni de lejos). Esos cabrones deciden semanalmente a qué países han de castigar los inversores. Pero no sólo hay terroristas financieros en las agencias de calificación, también los hay en el Fondo Monetario Internacional, en el Banco Central Europeo y en la Comisión Europea (donde están nuestros políticos). Terroristas o colaboradores necesarios, da igual, las víctimas somos nosotros y ellos nuestros verdugos.
Y luego la peña se rasga las vestiduras porque algunos del 15-M hayan dificultado a los políticos españoles entrar en los parlamentos regionales. Habría que impedir la entrada de tanto mangante hijo de puta en esas instituciones. Si nos tienen que defender de los terroristas financieros gente como Mas, Camps, Cospedal, Mariano, Solbes o ZP aviados estamos.
No queda otra, hay que redistribuir el miedo entre políticos y banqueros, sólo así se parará este nuevo y peligroso terrorismo.
   

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Terrorismo=uso sistemático del terror. Dp del 11S se agotaron las mascaras de gas, la gente a pesar del miedo tenía esperanza de sobrevivir al promiso golpe. ¿q máscaras podemos buscar ahora? ¿q hacer ante el próximo golpe?

Ricardo Montes de Oca dijo...

No sé cómo de útil puede ser una máscara antigas frente a un ataque terrorista ni si los paracaídas que vendían para oficinistas eran realmente útiles en el caso de que estrellaran un avión contra tu edificio y hayas tenido la suerte de sobrevivir y la mala suerte de que no puedas bajar por las escaleras… pero supongo que tranquiliza algo tenerlos. Sea como fuere tranquiliza más ver a tus representantes políticos y a las fuerzas de seguridad del Estado luchar contra el terrorismo. Sabes que te puede tocar, pero también sabes que hay gente dispuesta a enfrentarse contra ellos, con armas, presupuestos, colaboración internacional… Pero, ¿están luchando nuestros políticos contra el terrorismo financiero? Obviamente no. El problema es que muchos ya se dan cuenta que hay que empezar a frenarlos porque como buenos terroristas que son ya atentan contra cualquiera. Por eso la Merkel está empezando a decir que necesitamos una agencia de calificación europea.
Para mí sí hay una solución: política. Es lo de siempre, la eterna contradicción del capitalismo, la acaparación de mucho dinero en manos de pocos… Eso se para a golpe de impuestos, entre otras cosas. El problema es ver antes de votar quién puede llevar a cabo dichas políticas.
Un saludo.