domingo, 28 de noviembre de 2010

68. Ayla de los Mamutoi

Mientras me leía los libros y a pesar de que sabía que la actriz que interpretó al personaje fue Daryl Hanna (Kill Bill o Un, dos, tres… splash), no dejaba de imaginarme a Shakira como la protagonista de las novelas. Realmente debía ser más alta que la cantante colombiana, y con unos rasgos más eslavos que latinos, pero la imaginación elude a veces los argumentos racionales, sobre todo si se trata de diversión. Hablo de Ayla de los Mamutoi, la protagonista de la novela El clan del oso cavernario y de las otras cuatro novelas que conforman la saga Los Hijos de la Tierra, de la escritora estadounidense Jean M Auel. Hay un sexto libro en preparación, pero de momento no se ha publicado, al menos en España, y según la injustamente denostada wikipedia no lo hará hasta 2011.
Es cierto que ya andaba un poco cansado de la trama –ha habido libros que me los he leído seguidos, pero es preferible espaciar algo las lecturas, sobre todo a medida que avanzas, ya que las últimas novelas son las más largas (700 y 800 páginas)- y que tampoco es la mejor literatura de todos los tiempos, pero cada lectura resulta tremendamente entretenida y aprendes más técnicas de supervivencia que viendo al pillado de turno perdido en medio de la selva con un machete y una cámara.
Sin desmenuzar el final de cada libro, resumo que Ayla es una niña cromañón que pierde a su familia y a todo su clan cuando un terremoto destruye la cueva en la que habitan. Tras el ataque de un león cavernario y a punto de fallecer, un grupo de neandertales halla a la niña, y una mujer –la excepcional Iza- decide llevársela, curarla y criarla. A partir de este argumento tan logrado –sencillo, original en su día y muy rico como punto de partida-, la concienzuda, talentosa e infatigable trabajadora Jean M Auel nos lleva de la mano para acompañar a su criatura literaria a través de miles de páginas llenas de aventuras, reflexiones y saber histórico (o prehistórico, según se mire). Es verdad que no hay demasiada acción, pero suple esta carencia una cantidad ingente de sexo y otros temas tan jugosos como el liderazgo, la evolución, las religiones y las relaciones entre hombres y mujeres. Son los puntos fuertes de la historia, así como la recreación de la vida de nuestros antepasados cavernícolas, donde la imaginación y el arduo trabajo bibliográfico de Auel dan un resultado magnífico.
Puede que la historia guste más a las mujeres que a los hombres, pero yo que soy varón me lo he pasado como un marrano en el lodo leyendo los cinco libros. Además, las historias con mujeres fuertes que ejercen de heroínas, si están bien contadas, son muy atractivas, como la antes mencionada Kill Bill, donde Uma Thurman hace uno de los papeles de su vida. Por cierto, que también sería una magnífica Ayla.
Respecto a los puntos débiles pregúntale a un crítico: si algo que leo me gusta lo acepto tal y como es, aunque he leído y he escuchado críticas como que Auel derrapó con ciertos pasajes (la domesticación de los animales, aseguran, fue mucho más tardía) o que Ayla es un personaje demasiado perfecto, con pocas aristas y poco creíble. No sé, si me apetece un personaje cabrón leo Veinte mil leguas de viaje submarino, de Julio Verne, y me divierto con el capitán Nemo, o leo La piel fría, de Albert Sánchez Piñol, y disfruto con Batís Caffó. Aunque para personaje hijoputa, pocos como el oficial de las SS de Las benévolas, de Jonathan Littel. Lo mejor de todo es que le terminas cogiendo cierto cariño: siempre hay en la historia otro peor a quien odiar.
                                                                                                     

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues sí, yo ayer me tragué Alicia en el país de la Maravillas (la de Tim Burton) y tan feliz, que los animales no hablan? que la domesticación llegó más tarde?
Mirad! dejadnos divertirnos en paz!

lara dijo...

Tras la huella del hombre rojo, de Lorenzo Mediano...enla misma línea y con toques de humor