Podemos

Que conste que me cae bien Podemos, llegó como el bueno necesario entre tanto hijo de puta desalmado. Para que el espectáculo continuara se necesitaba un héroe y en esto llegaron los de morado. Tras tanta corrupción política y recortes, tras el saqueo masivo a la ciudadanía, los servicios sociales y a la propia democracia, los españoles necesitábamos una alternativa potente al bipartidismo más allá de IU o UpyD. Un partido que cuidara de las personas frente al FMI, al Banco de España y al resto de gerifaltes que cobran millonadas al año y recetan, para salir de la crisis, bajarle los sueldos… a los demás, claro.

Así fue como irrumpió el partido de Pablo Iglesias, como un aire nuevo, brioso y creíble, que avanzaba y ganaba fuerza cual huracán, que se crecía ante rivales cada vez más poderosos. Tuve la sensación de que iban a arrasar en las generales y que la mayoría absoluta podía ser factible… hasta que a un lumbreras se le ocurrió decir que también irían contra los dueños de los medios de comunicación, que limitarían la propiedad para que ningún poderoso castrara la libertad de ningún periodista (no era mala idea, pero son ases que deben guardarse en la manga).  Ahí fue cuando los mismos que auparon a Podemos se fijaron en otro tipo joven, un tal Rivera, que llevaba en política unos cuantos años, que no era del PP ni socialista, que también tenía palique… y que no iba a tocarle los huevos a los jefes.  Ciudadanos solo se aprovechó de la oportunidad que le brindaban y se colocó a rebufo de Podemos, avanzando casi a su misma velocidad pero sin desgaste alguno.

Hasta hace poco y a mi entender, ese ha sido el gran error de Podemos, un gran error que le ha llevado a otro, que es atacar a Ciudadanos (“el recambio”) como si este no se hubiera ganado su derecho a existir y a equivocarse... incluso gobernando.

 El otro gran error que amenaza al panorama de Podemos ya lo hemos visto en Andalucía, cuando una estupe-facta (lo dijo así) Teresa Rodríguez no se creía que Susana Díaz hubiera llegado a un acuerdo con Ciudadanos en vez de Podemos. Y luego vino la pataleta, la de que Ciudadanos había pactado con la casta en Andalucía (entonces, ¿para qué coño negociaba Podemos con el Psoe andaluz?) y en Madrid.

Lo peor que le puede pasar a Podemos es parecerse a IU, a un partido alérgico al poder y en buena parte antisocialista. Si el cielo no se toma por consenso sino por asalto, habrá que contar con buenos aliados. Sobre todo cuando lo votan más que a uno.