89. Un día de reflexiones
Uno se pregunta –ese uno soy yo- si lo que aprendió en el colegio vale de algo cuando las sociedades se vuelven imbéciles y cobardonas. La reflexión viene por el asesinato de Bin Laden –sí, asesinato, y luego entramos en detalles- y los comentarios de políticos y tertulianos españoles, tan acomodados a opinar y escandalizarse sobre lo que hacen fuera de nuestras fronteras, como si de verdad la comunidad internacional estuviera interesada en lo que pensamos (pero si ya nos conocen, hombre). Digamos que, a nivel general, la peña hispana se ha dividido entre los que se han mostrado a favor y en contra del asesinato. Y luego ha habido multitud de matices un tanto absurdos entre los que se trataba de dilucidar si era asesinato, acto de guerra, represalia, etc. Por último, hemos tenido a unos cuantos creadores de ficciones (los que se está perdiendo la literatura y el cine, por fortuna) en el que tratan de enmendarle la plana a los USA diciendo que lo mejor era capturarlo vivo para luego enjuiciarlo y luego... exacto, condenarlo a muerte, o sea, lo mismo pero con juicio previo.
Quede claro que a mí Bin Laden me parecía un cabrón de tomo y lomo, y su asesinato no me conmueve lo más mínimo. Mejor sin que con él. Otra cosa es que su asesinato sirva para frenar a Al Qaeda, lo que es obvio que no pasará, pues si algo la distingue es la fuerte autonomía de sus cédulas terroristas. Tal vez si la “inteligencia” occidental se dedicara a estudiar algo sobre los reinos de taifas que hubo en la Península Ibérica, allá por el año 1031, aprendería a combatir un poquito mejor el terrorismo yihadista.
Otro matiz un tanto absurdo era cómo nombrar al asesinato, como si el hecho de utilizar la palabra matar, asesinar o ejecutar cambiara en algo la realidad. Iban a por su cabeza y la han obtenido, desde el principio fue así, y ahora entramos en si era lícito o no obtenerla (a mí me parece que sí).
Otro asunto es el hecho de que si las torturas a los presos de Guantánamo justificaban el desenlace (rotundamente no), es más, dudo mucho que la información obtenida de los torturados sirviera para localizar y asesinar a Bin Laden (y aunque hubiera servido estoy en contra). No obstante, aquí sí que vemos una reacción anglo que les hace diferente a los demás, aceptando como “cuestión abierta” el hecho de que la tortura sirva contra el terrorismo. O sea, el propio poder estadounidense reconoce las torturas y el hecho de que a lo mejor no sirven. Son unos cabrones pero al menos lo admiten.
Y por último, las felicitaciones de don Mariano me helaron la amígdala, esa parte del cerebro reptiliana que tenemos los hombres (y las mujeres) y que en el caso de los muertos de The Walking Dead les hace ser tan cabrones y tan caníbales. Resulta que el PP se lleva media vida mentándole el GAL (Grupos Antiterroristas de Liberación) al PSOE, poniéndose muy sensibles y muy democráticos (por cierto, que en tiempos de la UCD y con Martín Villa de ministro del Interior -o de Gobernación, como se decía entonces- también hubo guerra sucia a cargo del Estado. Martín Villa es pepero y la UCD gobernó desde 1977 a 1982, luego entraron los socialistas. Conviene recordar estas cositas aunque parezca un capullo), y luego va don Mariano y felicita a EE.UU (¿despertarían a Obama para decirle que llamaba Rajoy? ¿Traducía Moragas o Aznar?). ¿En qué quedamos? ¿Apoyamos la guerra sucia o no la apoyamos –bueno, ellos también la practicaron, o sea, que sí que la apoyan-, querido PP?
En fin, creo que hay una palabra que se llama excepción y que sirve para asimilar todo esto. Es mejor pensar por uno mismo a esperar a que el partido político de turno te diga si algo que ha pasado es bueno o es malo. Al final tanto tratarle a uno como un gilipollas lo acaban convirtiendo en eso mismo.
2 comentarios:
Un pequeño matiz,"S" al final de asesinato. Y digo yo, además del Nobel le podían dar la medalla al trabajo no? después de tanto esfuerzo.
¡cuánta farsa!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Puede que haya farsa, pero la respuesta de la Administración Obama contra el terrorismo yihadistya es bastante más racional que la de Bush. Obama ha liquidado a Bin Laden. En cambio, Junior invadió el país equivocado con mentiras y argumentos espurios. Y con muchos más asesinatos, de paso. Un saludo.
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